lunes, 11 de junio de 2018

(fragmentos griegos de Oxyrhynchus)Papiro

«y entonces verás de quitar la pajita que está en el ojo de tu hermano».
Jesús: «Si no hacéis abstinencia del mundo, no encontraréis el reino de Dios; y si no
observáis el sábado, no veréis al Padre».
Dice Jesús: «Estuve en medio del mundo y me dejé ver de ellos en carne; y encontré a
todos ebrios y no di con ninguno que estuviera sediento entre ellos».
«Y se aflije mi alma por los hijos de los hombres, porque están ciegos en su corazón y
no miran a ... la pobreza».
Dice Jesús: «Donde estén [...], y donde hay uno solo [...] yo estoy con él. Levanta la
piedra y allí me ancontrarás, hiende el leño y yo allí estoy».
Dice Jesús: «No es acepto un profeta en su patria, ni un médico obra curaciones entre
los que le conocen».
Dice Jesús: «Una ciudad edificada sobre la cumbre de un alto monte y fortificada, ni
ca[e]r puede, ni estar escondida».
Dice Jesús: «Tú escuchas con uno de tus oídos ... »
Oxyrh. Pap. 654 (logia 1-6)
... Tales son los [...] discursos que tuvo Jesús, Señor viviente a [...] y a Tomás. Y les
dijo: «Todo el que oyere estas palabras, no gustará la muerte».
Dice Jesús: «El que busca ... no cese hasta que encuentre; y cuando haya encontrado, se
quedará consternado; y consternado, reinará; y en reinando, descansará».
Dice Judas: «¿Quiénes son, pues, los que nos arrastran a lo alto del cielo, si es que el
reino está en el cielo?» Dice Jesús: «Las aves del cielo, las bestias y todo lo que puede
haber bajo la tierra, o sobre ella, y los peces del mar, son los que os arrastran hasta Dios.
Y el reino de los cielos dentro de vosotros está. Quien, pues, conozca a Dios, lo
encontrará, porque, conociéndole a Él, os conoceréis a vosotros mismos y entenderéis
que sois hijos del Padre, el Perfecto, y, a la vez, os daréis cuenta de que sois ciudadanos
del cielo. Vosotros sois la ciudad de Dios».
Dice Jesús: «Todo lo que no está ante tu vista y lo que te está oculto, te será revelado;
pues no hay cosa oculta que no llegue a ser manifiesta y sepultada que no se
desentierre».
Le preguntan sus discípulos y (le) dicen: «¿Cómo ayunaremos y cómo oraremos y cómo
haremos limosna y qué observaremos de cosas semejantes?» Díce(les) Jesús: «Mirad,
no sea que perdáis la recompensa. No hagáis sino las obras de la verdad. Pues, si hacéis
éstas, conoceréis el misterio escondido. Dígoos: Bienaventurado es el que ... »
Oxyrh. Pap. 655 (logia 36-37 y 39)
No estéis preocupados desde la mañana hasta la tarde, ni desde la tarde hasta la mañana,
ni por vuestra comida, qué vais a comer, ni por vuestro vestido, qué vais a poneros.
Mucho más valéis que los lirios, los cuales crecen y no hilan. Teniendo un vestido, ¿por
qué [...] también vosotros?.
¿Quién sería capaz de añadir (algo) a vuestra estatura? Él (Dios) os dará vuestro vestido.
Dícenle sus discípulos: ¿Cuándo te manifestarás a nosotros u cuándo te podremos ver?
Díce(les Jesús): Cuando os despojéis (de vuestros vestidos) y no sintáis verguenza.
[Laguna]
Decía: han ocultado las llaves del reino; ellos no entraron ni dejaron pasar a los que
entraban.
Pero vosotros sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC

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